Translate

29 enero 2012

Cuando se hace mal Pop, no hay Stop.

Estimados lectores.

El pasado martes 24 de enero quedó inaugurada la exposición del pintor Pepe Nebot (Castellón -1963) en el Centro Cultural Provincial de las Aulas de nuestra ciudad. La muestra que abarca más de una docena de obras, muchas de ellas de gran formato y en técnica acrílica sobre tela, permanecerá abierta al público hasta el próximo día 25 de febrero.

Han sido muchos los artistas que dentro de la corriente del Pop Art, (lenguaje de donde bebe directamente este pintor) han llevado a sus obras el tema del erotismo, la sensualidad y la desnudez femenina con un sentido a veces estético, otras de reflexión y en algunos casos de denuncia y reivindicación sobre el papel que juega la mujer en la sociedad moderna, entre otras, pero en todas ellas, los resultados han sido tratados con un rigor que abarca tanto lo técnico, como lo conceptual, por ejemplo, está el caso de pintores tales como el californiano Mel Ramos con sus sensuales chicas ligeritas de ropa, a veces desnudas, que el artista idealiza a lo “pin-ups girls” vinculándolas a productos de consumo de conocidas marcas, (primera imagen), Tom Wesselmann que trabaja los cuerpos desnudos de la mujer en una singular visión más estética, esquematizando su anatomía a partir de tintas planas y reduciendo su esencia de genero a los signos sexuales más evidentes y sugerentes como los pechos expectantes, el vello púbico y bocas sonrientes de labios pintados, que nos hacen pensar en una nueva concepción del sexo y el erotismo de la mujer en las sociedades de consumo y que el pintor nos muestra como un producto más de satisfacción y deseo (segunda imagen). Y por último, la figura más destacada del movimiento Pop Art norteamericano, el polifacético Andy Warhol, que supo como nadie elevar a categoría de arte los más variados productos de consumo e iconos de las sociedades capitalistas, lo cual incluía a actores, políticos y a aquellas famosas estrellas del cine, la televisión y la moda como así se refleja en sus famosas series dedicadas a Elizabeth Taylor, Liza Minnelli y la más conocida de todas, la mítica actriz y sex-symbol Marilyn Monroe (tercera imagen). Pero tanto en estos autores como en muchos otros, y que por una cuestión de espacio no he querido incluir, las obras de todos ellos recogen una calidad técnica impecable y un sentido estético que ilustra profesionalidad y rigor, así como un claro atractivo que se recrea tanto en la imagen como la propuesta del discurso de la obra, algo que le otorga una elevada calidad y distinción tanto a la obra como al propio artista.

He creído necesario acudir a estos antecedentes iconográficos, para ilustrar con reconocidos ejemplos de similares características expresivas y de lenguaje, la opinión que me merece la obra del caso que nos ocupa. En esta exposición de Pepe Nebot, puede resultar cuanto menos curioso para muchas de las personas que la visiten, (al menos para mi lo fue) que alguien con una carrera al parecer tan próspera y prometedora, como así lo demuestra un currículum donde se reflejan varios premios y reconocimientos en sus años de juventud, llegue en su madurez como pintor, a un resultado tan pobre en calidad técnica y mal gusto en la propuesta discursiva, como es el caso que se nos muestra en el conjunto de obras de esta exposición. Obras que han convertido a la rica y siempre fresca iconografía Pop, en un resultado muy vulgar y caricaturesco, más propio de esos pornográficos dibujos de una puerta de baño de una sala X, que de una imagen recreada por un artista en un lienzo, para luego ser mostrada en una sala de arte. Y no es que el tema me sonroje y me considere un pudibundo por presenciar la más intima desnudez de una mujer; como hombre y pintor, el cuerpo de una mujer siempre ha sido para mí el más sublime templo del deseo y la belleza, pero precisamente por predicar tal devoción, siempre le he otorgado la dignidad y el respeto que merece. Sentimiento éste que al parecer, pienso que no comparte en su obra el pintor Pepe Nebot, pues sinceramente sólo veo en esta exposición a una mujer tratada como frío objeto de satisfacción sexual, mostrando su secreto mejor guardado y donde más que honrar, se deshonra ante los ojos de todos. Es curioso como en sus obras otro pintor, el francés Toulouse-Lautrec, muy alejado de este en tiempo y lenguaje, mostró a sus modelos (putas de profesión) con mucho más respeto, dignidad y belleza que a las famosas modelos y actrices que son pintadas por Pepe Nebot en los cuadros de esta muestra. Quizás sea Nebot hoy el recuerdo triste de un pasado glorioso y su espíritu creativo se haya disipado como el humo de un cigarrillo en un club de alterne o quizás esa sea su motivación, pero en cualquier caso, tanto el discurso, como la forma de recrearlo resulta vulgar, aficionada y de muy mal gusto, evidenciándose no solo una incoherencia en el discurso, sino además grandes carencias técnicas en los resultados.

Y soy consciente de que puedo errar en la interpretación de lectura de su propuesta, quizás precisamente Nebot pretende hacernos reflexionar sobre nuestros gustos y actitudes más íntimas cuando “consumimos” revistas que nos venden a la mujer como un objeto más de consumo en estas sociedades, quizás quiera decirnos que nadie está a salvo de ser un producto más en las vitrinas o catálogos de ventas, puede ser todo eso, pero lo que si es palpable es que existen grandes deficiencias técnicas que no se corresponden ni justifican en el discurso, ni con la experiencia que debería tener un pintor con su trayectoria.

Por esa razón pienso que si bien la intención que pudiera recoger su obra lo dignificaría como hombre, los resultados de sus obras lo desacreditan como pintor. Pues esto es a todas luces un arte Pop de muy mal gusto y carencias técnicas.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez.