Translate

25 octubre 2010

Sugerentes palabras de papel.

Estimados lectores.

“Palabras de papel” es el titulo escogido para la exposición que se exhibe en la sala del centro cultural Castalia Iuris (Plaza Cardona Vives, 10) y de cuya autoría es responsable la pintora Mery Sales, (Valencia – 1970), Doctora en Bellas Artes (cum laude) por la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y además ganadora del premio Club del Arte Paul Ricard en su V edición con la obra "Conciencia en Llamas".

La exposición que en esta ocasión nos propone M. Sales, es sin duda una muestra de gran lirismo visual y delicadeza; sus cuadros, pintados sobre diferentes formatos (casi todos pequeños) han sido realizados con muy buena factura y una marcada sutileza de los tratamientos técnicos. Los motivos recrean hojas de papel esparcidos al viento, lo cual puede aludir de alguna manera, a la ya casi “romántica” acción de escribir sobre un papel, en una época donde el e-mail y la comunicación cibernética, sobre todo en el primer mundo, eclipsa o desplaza esta acción, la cual se ve limitada al coto cada vez más pequeño y exclusivo de la disciplina artística del escritor. También el tema pudiera aludir a la debilidad de los fundamentos, ideas, criterios y valores de virtud, que en la actualidad acusa su momento más pobre de la época moderna, la cual prescinde de ellos, para alzarse como ágora común y amplificada por los medios, de la vulgaridad, trivialidad de los juicios y los análisis y la precaria educación que vemos manifestarse en palabras y actos de las personas, incluso de aquellas que de alguna manera se encuentran vinculadas a la sublime rama del arte, tanto como creadores, críticos o dirigiendo las políticas culturales de los diferentes territorios.

Cualquier interpretación o lectura en esta exposición de Mery Sale, no solo es posible, sino además loable, porque hablar de este milenario y dúctil soporte, como es el papel, es referirnos al objeto que desde su su invención por Ts'ai Lun, en el año 105 a. C., ha acompañado al hombre como leal y mudo testigo, para grabar sobre su “cuerpo”, tanto las más virtuosas paginas de su historia, como las más indignas e inmorales, las que siempre perennes, atestiguan la memoria del pasado y advierten a la experiencia del presente. Lastima la poca afición a la lectura que hoy tienen algunos, que vuelven a cometer los mismos errores de antaño.

“Palabras de papel” es de esas exposiciones que nos permiten disfrutar, no solo de una estimable puesta en escena, sino además de una amplia interpretación de su propuesta discursiva. Y aun cuando el motivo parece agotarse en su amplia variedad compositiva, siempre podemos encontrar una nueva lectura en cada cuadro que nos invita a reflexionar sobre la realidad objetiva que nos acompaña.

Enhorabuena a Mery Sales por esta exposición, la cual culmina el próximo dia 3 de noviembre y que espero sea visitada por el amplio público de nuestra ciudad.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez

20 octubre 2010

“Iconos”, toda una revelación para nuestros ojos…

Estimados lectores:

Ayer martes dia 19 de Octubre quedó inaugurada, con gran éxito de asistencia de publico, en el salón principal del Centro Cultural Provincial “Las Aulas”, (sita en el número 1 en la plaza del mismo nombre) la exposición titulada “Iconos” (aunque el titulo no parezca reflejado en el catalogo) de la artista Raquel A. Lara (Murcia 1975).

Comentar la obra de Raquel A. Lara me resulta relativamente fácil, ya que es alguien con quien mantengo un vínculo profesional muy estrecho y es una artista a la que respeto y admiro desde hace mucho tiempo, no solo por la incuestionable calidad de sus obras, sino por el rigor y seriedad que siempre imprime en los procesos de creación y búsqueda de nuevas propuestas. Es para mí todo un placer poder comentar esta exposición titulada “Iconos” y que su autora nos regala después de casi dos años de investigación y trabajo constante.

La obra actual de Raquel A. Lara, responde a un resultado armónico de exquisita relación entre los aspectos de forma y contenido, algo que la convierte sin lugar a dudas, en una singular y muy interesante propuesta plástica. Las dispares influencias que apreciamos en su original figuración, como son la distorsión cubista, expresada en un sentido poliangular de las visuales y perspectivas del objeto, representadas con un tratamiento próximo al naturalismo fotorealista, que evidencian y provocan un singular expresionismo que la autora formula de manera elegante y de gran coherencia con el discurso de su propuesta, nos invita a reflexionar sobre aquellas cosas o personajes que creemos conocer, pero que en realidad solo conocemos en las apariencias.

Desde el punto de vista conceptual, la obra de Raquel A. Lara, nos propone reconocer en cada uno de sus cuadros, a personajes que constituyen una referencia, patrón o icono de cualquier tipo, y que con mayor o menor influencia sobre nosotros, vinculamos o referimos siempre a sus actos, estatus, trascendencia mediática o actividad relevante que realiza o ha realizado en el ámbito social, político, cultural o de cualquier otro tipo, de ahí que podamos “descubrir” en sus obras, a reconocidos cantantes, actores, políticos, personajes populares de la televisión, iconos universales de la pintura o a otros que constituyen un referente dentro de su circulo más cercano (pero no por ello menos importante) que representa a los amigos; todos ellos expresados por la artista, desde el más absoluto distanciamiento y probidad en los juicios de valores, pues no forma parte de su interés, ni objetivo en su discurso, tomar partido por ninguno de ellos, sino presentárnoslo tal y como la autora lo concibe en sus aspectos formales más significativos, independientemente del papel actual que estos ocupen o hayan ocupado, como referentes de valores morales, artísticos, sociales y políticos de nuestra realidad. De ahí que podamos decir, que lejos de ser esta una simple y tradicional muestra de retratos de “famosos”, los Iconos que han servido como motivación para Lara, no constituyen un referente de exaltación de virtudes, belleza o modelo a seguir (como tradicionalmente se ha tratado en este genero del retrato) sino una selección recreada de personas y personajes, que tienen en mayor o en menor medida un sustancial significado para nosotros, estableciéndose de igual modo, un cierto vinculo, afinidad o empatía, independientemente de sus virtudes; convirtiéndolos en realidades que conocemos, o que creemos conocer.

Resulta significativo y realmente sorprendente en esta obra, como la distorsión intencionada en el dibujo de los retratados, no nos impide la fácil identificación del personaje; imagen que empezamos a “reconstruir” desde nuestra retina, para quedar finalmente ordenada y recompuesta en nuestra mente, todo gracias al recurso de la cualidad del recuerdo o la memoria, que a la vez nos indica y manifiesta, la descuidada atención que prestamos de los detalles, gracias a esa percepción general que tenemos de observar a las cosas y las personas, y que provoca como norma general, que se realicen juicios, análisis y valoraciones muy superficiales y a veces injustos o imprecisos tanto de los fenómenos, las cosas y las personas que nos rodean.

Con un depurado tratamiento técnico, tanto del dibujo como del color, la obra de Lara, es sin duda una propuesta que nos invita a reflexionar sobre nuestras relaciones con el entorno y las personas, porque no es lo mismo ver, que observar. Solo aquel que es capaz de beber de la esencia y lo verdaderamente trascendental de los fenómenos, las cosas y las personas; no tendrá en cuenta la envoltura de sus apariencias; y así analiza, valora y emite su juicio ponderado, dejando al descubierto lo verdaderamente importante.

La exposición “Iconos”, es de esas muestras donde el buen hacer, y el mejor pensar del discurso, se dan cita en un fascinante conjunto de cuadros, donde el resultado plástico nos invita a descubrir una nueva forma de concebir no solo al retrato como género, sino también al motivo retratado como inspiración. El símbolo, con gran fuerza e interés como soporte del concepto, pero sin llegar a sustituir al objeto, aporta en la obra una singular armonía de elevado alcance en su deleite contemplativo y también, en su intención discursiva, algo que sin duda resulta muy poco usual en la plástica de hoy en día, siendo ese precisamente el motivo, de convertirlo en toda una revelación para nuestros ojos. Estoy convencido de que esta exposición, será de esas que recordaremos por un largo período de tiempo, no solo por su calidad técnica, sino además y principalmente, por la originalidad en su propuesta.

Raquel A. Lara con esta exposición, ha colocado un listón de calidad y propuesta muy elevado en el escenario plástico de nuestra ciudad, y ojala que esto ahora nos sirva de estimulo a todos, para que después de esta magnifica exposición, vengan también las de otros artistas, que preocupados por los mismos objetivos de calidad; ayuden a elevar el nivel técnico y creativo de nuestra ciudad: de ese modo, tanto el arte como nosotros mismos, seremos los únicos y máximos beneficiados de ello.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez

14 octubre 2010

Conexiones a pesar de… lo Inconexo.

Estimados lectores:

Una vez más la sala de exposiciones del Centro Municipal de Cultura de nuestra ciudad, que como todos sabemos se encuentra ubicado en la calle Antonio Maura, 4 nos sorprende con una muy buena exposición de pinturas que bajo el titulo “Conexiones” nos ofrece la artista plástica Antonia Gallardo “To” Gallardo.

La artista catalana en esta ocasión nos presenta un conjunto de obras (en su gran mayoría abstractas) de gran belleza y sobriedad cromática, donde los tonos ácidos, apastelados y los blancos rotos, dan color a sugerentes y orgánicas composiciones, donde el recurso del collage, los estarcidos y la espontaneidad de la mancha, conviven en una elegante armonía. Sus obras nos permiten disfrutar de variadas soluciones que la pintora utiliza con habilidad y gusto, desde el grafiado enérgico sobre la capa de pintura, donde la dualidad visual pretende confundir al ojo con la volumetría de los hilos de lana, hasta los recursos de gestualidad de la mancha que buscan refugio en la herencia de la acción típica del expresionismo abstracto.

To Gallardo utiliza la materia textil como volumen y textura, y sobre todo como elemento expresivo principal de su obra, de ese modo los retales, hilos de lanas y cáñamo, estampados y demás medios textiles, enfatizan un leguaje que aunque con gran peso decorativo en lo estético, no resulta vacío, ni simple en su intención de discurso. Composiciones con marcada sugerencia paisajística, que nos permiten “descubrir” la variedad del motivo que transita desde la percepción panorámica, hasta la sutil, delicada y anecdótica visión de un detalle de la naturaleza.

La obra de Antonia Gallardo, es de esos resultados que solo es posible a través de la experimentación, combinación y búsqueda constante de nuevas formas de recrear la belleza y los discursos en el arte. Discursos estos que afortunadamente, se encuentran al margen y muy por encima de las inicuas y mezquinas intenciones que llevan haciendo algunos desde hace mucho tiempo, sobre las cuestiones lingüísticas supeditadas a identidad y sentimientos de nacionalidades en algunas zonas de este país. Y digo esto, porque para mi sorpresa en la exposición, nos encontramos con un modestísimo y solitario folio a modo de catálogo o documento informativo que nos hablaba de la autora y su trabajo, escrito única y exclusivamente en catalán, sirviendo éste como presentación para el amplio y variado público que visita la muestra. Y ya no es que este curioso detalle me recuerde estos aspectos aberrantes de la política y no me parezca de recibo, sino que además no veo ningún acierto, ni utilidad en ello, primero, porque la exposición se exhibe fuera de su ciudad, donde todos conocemos del gran peso, importancia y preferencia que se le atribuye a la lengua catalana, por encima de otras tan oficiales como ella, gracias al respaldo de las políticas lingüísticas que diseñan las autoridades de esa comunidad, región, provincia o nación; aquí afortunadamente, la realidad es bien distinta (al menos hasta ahora) aquí podemos hablar en la lengua que nos parezca más útil y conveniente para comunicarnos, sea esta el español o el valenciano, sin tener ningún tipo de complejo, sin sufrir el más mínimo rechazo y sobre todo, sin que esa libre opción que todos tenemos de hablar en la lengua que consideremos oportuno, nos vincule a ningún sentimiento de identidad nacionalidad especifico, en detrimento de otro. Y segundo, porque estoy seguro que si la exposición se hubiera exhibido por ejemplo, en un país de habla inglesa, la autora, o la institución encargada de promover la exhibición, buscarían la forma (quizás igual de simple y aficionada que la utilizada ahora con el folio) de escribir su “Presentació” en la lengua de William Shakespeare, porque no solo es de elemental sentido común y buena educación, sino además un buen recurso de “marketing” que favorece la promoción, y con ello la venta (por cierto, esta ultima palabra de amplio uso hoy en día, es un anglicismo incorporado al idioma español para su enriquecimiento, no responde a nada perverso, ni produce alergia al escribirlo o pronunciarlo).

Afortunadamente obras son amores y no buenas intenciones, y en este caso, y gracias a la buena calidad de las obras que se exhiben en esta exposición de la artista catalana Antonia Gallardo, ganamos todos, porque se ha impuesto el sublime lenguaje del arte y la pintura, que no conoce de idiomas, ni de naciones, como tampoco de la miopía intelectual que siguen teniendo aquellos hombres que nos dirigen desde las instituciones. La bondad y convivencia en el lenguaje del arte es infinita, además de ser un preciado recurso de comunicación, que permite la más autenticas y universales “conexiones” entre todas las personas, y da igual de donde seamos, o en donde hallamos nacido.

Enhorabuena por la exposición y espero que un detalle como este, que veo más como un error de estrategia promocional y comercial, no nos impidan disfrutar de las hermosas conexiones, que sí ha tenido en cuenta la artista.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez

11 octubre 2010

Retratos de familia

Estimados lectores:

El pasado jueves dia 7 quedó inaugurada la exposición del pintor Paco Dalmau (Villa Real - 1978) titulada “Polípticos: Retratos de familia” en la sala Bancaja Hucha de la calle Enmedio 82. Autor que según reza en el catalogo de la muestra, posee formación académica.

Si bien es cierto que la muestra, nos transmite una sensación de orden, limpieza visual y armonía expositiva, vinculada directamente a la factura de los acabados de las obras, (en los aspectos del montaje) así como en el concepto de sus distribución espacial en la sala, que nos permite disfrutar de un agradable y elegante ambiente al visitarla; esto se ve de alguna manera empobrecido, cuando reparamos en los detalles técnicos o de oficio que se han empleado en la realización de las mismas, donde podemos observar claramente, algunos aspectos carenciales vinculados directamente con el dibujo y también con el color, lo cual resulta muy preocupante tratándose de una obra figurativa, muy próxima en intención a un naturalismo fotorealista. Y es que para cada lenguaje, existe un modo o manera específico de realizar. La madurez de un pintor puede medirse cuando éste tiene en cuenta y valora con objetividad, sus posibilidades técnicas e intelectuales para realizar la acción de crear, siendo conciente tanto de sus virtudes, como de sus limitaciones, pues una cosa es lo que se quiere hacer, y otra bien distinta es lo que se puede hacer; tener conciencia de ello, es un síntoma de rigor, madurez y sobre todo honestidad, lo cual nos será muy útil si queremos destacar como individualidad dentro del mundo del arte. Así pues en lo formal, cuando se quiere hacer una obra, donde la propuesta de la imagen descansa en un lenguaje de fidelidad fotorealista, la ejecución tanto del dibujo como del color, debe ser exquisita y sin ningún tipo de error formal, (2 imagenes de ejemplo) de lo contrario, el resultado es pobre y atentan directamente contra su calidad. Otra cosa bien distinta es que exista una clara intención de recrear, estilizar o distorsionar al objeto en busca de un discurso determinado, en cuyo caso, estos aspectos quedarían velados y no serían analizados de la misma forma, algo que sin lugar a duda no es el caso que nos ocupa. Unido a esto hay que decir, que no solo importa la manera en que se realiza la obra, sino además y quizás lo más importante hoy en dia, es el discurso, idea o concepto que se pretende aportar con ella.

Y en esta exposición no es solo las carencias en los aspectos del oficio lo que según mi opinión resta calidad a la muestra; como ya he citado con anterioridad, la idea, discurso o concepto que acompaña a una obra, es un aspecto de suma importancia por el interés que mediante el, ésta puede despertar en el amplio publico, y en el caso de esta exposición, no existe una renovación de la iterativa idea o género del retrato.

La forma cantinflesca que el autor utiliza para explicarnos en el catalogo su propuesta, nos habla de un deseo de ser una cosa, que realmente no se ve sustentada con el resultado, los argumentos del discurso son realmente confusos, imprecisos e inconexos, así como aquellos otros, que de alguna manera vincula al uso de la fragmentación “retícular” de las composiciones de las obras, algo que también nos resulta simple y sobre todo, poco original por la utilización que este diseño ya ha tenido en el pasado, por parte de otros artistas en diversos momentos del arte y que a diferencia de Dalmau, estos lo han sabido desarrollar con mayor destreza, originalidad y audacia en su presentación.

Uno de los mas famosos y claro ejemplos en nuestros tiempos, donde apreciamos el uso de la retícula como propuesta formal vinculada al discurso de la obra, lo encontramos en los collage y grabados de David Hockney (imagen de ejemplo) a finales de los años 70 y principio de los 80 dando un nuevo impulso de la propuesta, gracias a técnicas innovadoras como: pasta de papel, fotografía polaroid, litografías fractales, fotocopia, imágenes faxeadas etc. Hockney toma como referentes obras de maestros antiguos y modernos, realiza retratos, autorretratos, trabaja sobre la perspectiva y la multiplicidad de los ángulos de visión. También encontramos este recurso de la retícula, en las obras de la joven fotógrafa suiza Cornelia Hediger (imagen de ejemplo) en su serie “Doppelgänger” donde la artista alude a la dualidad fantasmal del ser, en un claro ejemplo de arte concepto, o en las magnificas y recientes obras de uno de los grandes maestros del Hiperrealismo Norteamericano como Chuck Close (imagen de ejemplo) donde en sus últimos trabajos vemos como utiliza la retícula en un sentido próximo a la fragmentación del píxel en la imagen digital, para lograr un asombroso efecto de realidad fotográfica.

Teniendo en cuenta solo estos tres ejemplos (existen muchos más) solo me resta decir que la exposición de Paco Dalmau aunque con algunos elogiosos valores que ya he citado con anterioridad y que sin ninguna duda pudieran constituirse como un buen punto de partida, no deja de ser un claro ejemplo de la necesidad que debe tener siempre el creador (pertenezca este a cualquier rama vinculada con la imagen) al estudio y la investigación sobre lo que se quiere hacer en arte, y sobre todo, sobre lo que ya se ha hecho, para así recrear dentro de sus posibilidades una propuesta diferente. La búsqueda de la información y el análisis sereno que hagamos de ella, es lo que hace sólida la cultura, como ingrediente fundamental y necesario para medir la calidad profesional de un creador, ya que resulta muy decepcionante, que pensando en la novedad de haber “inventado la bombilla eléctrica”, alguien venga luego y nos diga, que ya existe hace más de 130 años, gracias a un señor que se llamó Thomas Edison.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez