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17 octubre 2011

“El arte de Conectar”. ¿Con quien?

Estimados lectores.

El pasado 7 de octubre quedó inaugurada en el Espacio de Arte Contemporáneo de Castellón (EACC) que como todos conocen se encuentra ubicado al lado del Conservatorio y de la Escuela Superior de Arte y Diseño, detrás de la plaza Borrull, la exposición de la artista japonesa Atsuko Tanaka (Osaka 1932 – Nara 2005) titulada “El arte de Conectar”.

Es la primera vez que dedico un artículo de opinión en este blog, a una muestra que se exhibe en esta institución cultural y no he podido encontrar mejor momento para hacerlo, ya que la importancia expositiva de la misma, así como de la artista elegida es verdaderamente excepcional y notoria.

Como breve referencia les diré que Atsuko Tanaka es una de las artistas más importantes y reconocidas de la vanguardia japonesa, miembro integrante del célebre y transgresor grupo “Gutai” (cuyo nombre viene dado por la conjunción de las palabras "gu" que significa herramienta y "tai" que significa cuerpo). Su principal fundador fue el pintor abstracto Jiro Yoshihara, (una de sus obras en imagen) defensor de la pintura gestual y que había comenzado su trayectoria artística como pintor surrealista a inicios de los años treinta.

El grupo “Gutai”, que nace en su motivación conceptual de la terrible experiencia dejada por la segunda guerra mundial en el país nipón, rechaza todo rasgo de consumismo capitalista y para ello encuentra un lenguaje propio de tinte irónico, a veces agresivo, otras violento, basado en la creación de “ambientes” de reflexión estético-discursiva, principalmente al aire libre, donde utiliza como herramienta para sus creaciones, la expresión corporal, ruidos, sonidos y palabras en apariencia inconexas, que se conjugaban con luces coloreadas, cortinas de humo, chorros de agua y actuaciones de los artistas que constituían auténticos “happenings” o “performance” muy originales y sorprendentes para su época. Hay que reconocer (según recogen algunos artículos de arte de la época) que fueron pocos los espectadores y participantes que realmente se sintieron atraídos por aquel novedoso lenguaje que mostraba una manera diferente de hacer, sentir y leer en la acción plástica. Algo que al parecer y curiosamente, sigue ocurriendo hoy en día (medio siglo más tarde) con este tipo de arte que recogen museos, salas y espacios especializados, que suelen absolutizar y atribuirle equivocadamente a lo “contemporáneo” sólo este tipo de lenguaje (propio del arte conceptual) como si fuera esta la única y exclusiva marca de denominación de origen del término. No entendiendo, o no queriendo entender, que ser “contemporáneo” es reflejar una visión o propuesta mucho más amplia, plural y variada de los lenguajes, iconografías y propuestas artísticas, incluyendo también aquellas que equiparan en su imagen la importancia de los aspectos formales de asociación directa y descriptiva de la realidad objetual al discurso, como son las obras de corte figurativo o realista. Y un buen ejemplo de ello lo podemos encontrar precisamente con esta exposición de Atsuko Tanaka en el Espai d´Art Contemporani de Castelló, que aun exhibiendo una obra de indiscutible valor estético, conceptual y artístico, la clara y patente ausencia de público convierte a la sala en un espacio desierto, triste y sombrío a pesar de la variada, vibrante y hermosa brillantez de los colores que se reflejan en los grandes cuadros de esta muestra. Y ya sé que "El arte no debe preocuparse por su clientela" como decía el filosofo y novelista francés nacido en Marruecos Alain Badiou, frase que he podido leer recientemente en un interesante artículo navegando por la red, pero una cosa es eso, con la que en un principio puedo entender y estar de acuerdo y otra bien distinta, es que una institución como la que nos ocupa, que debe y tiene que buscar la diversidad de sus propuestas expositivas, para tratar de promulgar y expandir la cultura entre la población, no sea capaz de diseñar políticas culturales más atractivas, participativas y plurales para que el arte actúe como un valor y también como un derecho de disfrute y conocimiento de todos, o al menos de una gran mayoría, pero en fin, como ya se sabe, la miopía intelectual no tiene porque ser solo de aquellos que de forma pasiva y silenciosa “disfrutan” del arte en las exposiciones, algunos de los que lo promocionan y también dirigen, padecen de ese contagioso y acostumbrado mal de estos tiempos donde las normas se relativizan hasta su invalidez y la verdad se hace cada vez más inalcanzable. Pero eso es otro asunto del que ya he hablado y seguiré hablando según considere oportuno, ahora volvamos a la obra de Atsuko Tanaka.

La exposición nos conduce por un interesante y muy didáctico recorrido de la carrera artística de Tanaka, mostrándonos algunas de las obras realizadas por esta artista entre los años 50 y 60 cuando era miembro del grupo “Gutai”, mostrando un discurso más hermético, reflexivo e intimista como las de su serie “Calendar y Work” donde la sencillez de los recursos expresivos utilizados, así como los aspectos sígnales y de dibujo que aparecen en las obras, nos aluden a una secuencialidad numérica que nos habla del recurso del “contar” en los serenos estados de meditación o insomnio. En esta etapa encontramos en la muestra dos de sus obras más famosas y trascendentales en el panorama del arte, “Electric Dress” de 1956 (en imagen) que consiste (como su nombre nos indica) en un “vestido” confeccionado a partir de bobillas y lámparas de luz en colores brillantes que son iluminadas de forma automática, en breves espacios de tiempo y “Bell” de 1955, esta última un ejemplo de lo que Tanaka llamó “pintura sonora” y que consta de 20 timbres eléctricos que a modo de campanas suenan en serie, estableciendo un estrecho vinculo entre arte y maquina mediante el uso rudimentario de la mecánica y los circuitos eléctricos, o lo que es lo mismo, arte y tecnología.

Como conclusión de la muestra aparecen algunas obras de su último período Post “Gutai” donde la artista realiza unas serie de monumentales pinturas abstractas de gran belleza ornamental, muy coloristas donde su autora interpreta un universo caótico, pero no por ello menos hermoso, que muchos asocian a los circuitos eléctricos, pero que también y de manera irónica podría aludir a la compleja y a veces nula comunicación del arte con el publico, en la medida que este pierde su referente conocido. Y todo ello descrito en un hermoso encaje de líneas que se superponen y entrelazan, como impenetrable arabesco que da lugar a un horror vacui compositivo, de gran brillantez y pureza de color, donde el gesto y el dinamismo compositivo a veces reforzado en circulares formatos, nos hablan de movimiento, energía y vida.

Les recomiendo a todos ustedes visitar esta extraordinaria exposición, pues no solo ha sido sin lugar a duda una de las mejores que se han exhibido en este Centro, si no que además les permitirá conocer la obra de una de las figuras más importantes de la vanguardia japonesa y del arte universal contemporáneo. Y aunque “el arte de conectar” del conceptualismo (que no del arte contemporáneo) sigue siendo aún un misterio por resolver, y no sabemos muy bien a quien van dirigidas sus propuestas, es justo que sepamos apreciar y disfrutar cuando estamos en presencia de una destacada figura que ha hecho de este movimiento un alto valor de lo estético y la cultura.

La muestra permanecerá abierta al público hasta el 31 de diciembre, pero no espere tanto para ir a verla pues bien vale la pena verla varias veces.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez.

4 comentarios:

Carlos Asensio dijo...

Como bien dices..una exposición que merece la pena ir a verla varias veces, a pesar de todo.

Un abrazo!!

Paqui Fuster dijo...

el día de la inauguración sí que había una buena afluencia de publico , no entiendo que critiques de esa manera tan negativa la trayectoria del EAC y menos tras la estupenda valoración de la magnifica exposición vigente. Un saludo, Paqui Fuster

amaury dijo...

Mi querida Paqui, ante todo quiero agradecerte tu participación en el blog (creo que es la primera vez que lo haces y me alegra que sea planteando una duda sobre mi opinión, te la contesto brevemente.
Que hayan asistido mucho publico el día de la inauguración, no debiera significar nada para una institución cultural como la que nos ocupa, eso puede ser circunstancial, lo mismos ocurre en las galerías comerciales y creo que tanto las aspiraciones, como los objetivos que debieran plantearse tanto en una, como en otra, son o deben ser muy distintos. Un espacio de estas características (entiendo) debe estimular una afluencia más regular, orgánica, constante y participativa de la población, desarrollando para ello una serie de actividades e iniciativas que lo estimule, ya que para eso tiene los medios (sin duda muchos mas que los que tiene una galería privada). Por otra parte, no niego la trayectoria, ni el valor de la institución, sin duda lo tiene, pero muy limitado, (según creo) ya que en ella solo se absolutiza (prácticamente desde su fundación) un tipo de lenguaje, tendencia, iconografía o discurso, que podríamos englobar dentro de las variantes del “arte idea” o “conceptualismo” cuando ésta debiera ser más plural, amplia y variada en su política expositiva. Y para mayor error, (siempre desde mi punto de vista) enmarcándolas en la “denominación de origen” de arte contemporáneo, ¿Qué pasa, que solo es contemporáneo ese tipo de lenguaje? Sinceramente creo que una institución con estas características, no debe permitirse el lujo de tener una visión tan miope, excluyente y estrecha de la política cultural que diseña, sobre todo, porque desinforma al público y por consiguiente no educa. El día en que el EDACC promocione una obra que no se pueda catalogar dentro de las variantes informalistas, o conceptuales, entonces, no lo dudes mi querida Paqui, que tendré mucho gusto de señalar tan tolerante acierto desde este mismo espacio.
Un cordial saludo y te reitero mi gratitud por participar en este blog.

Amaury dijo...

Así es mi querido Carlos, una extraordinaria exposición, de las mejores que han pasado por este espacio, sin duda un buen ejemplo de los muchos lenguajes que podemos encontrar en el arte contemporáneo, espero que hayan más como esta y también como otras muy diferentes en forma y contenido (pero igual de contemporáneas).
Un saludo y como siempre, gracias por participar en el blog.