Estimados lectores:
Parece ser que en su infinita bondad Atenea, o Minerva para los romanos, nos ha concedido la gracia de proveernos de buen arte en este veraniego mes de Junio, a pesar de algunos ejemplos que no hay “dios” que lo vea, sean estos mitológicos, religiosos o de cualquier otra naturaleza. Ejemplo de esa agradable noticia es la exposición del artista Pablo D´Antoni (Argentina-1972) que se exhibe en estos momentos en el salón principal del centro cultural provincial “Las Aulas” y que desgraciadamente permanecerá abierta solo hasta el dia 11 de junio.
La exposición de Pablo D´Antoni nos acerca a un lenguaje de fantasía onírica, de ensoñación y meticulosidad Naif, donde se escuchan los ecos de la pintura de Jerónimo Bosch (el Bosco), René Magritte y toda la herencia dejada por surrealistas e ilustradores de principio del siglo XX en América, como el gran Florencio Molina Campos dibujante y pintor argentino muy conocido por sus dibujos costumbristas de la Pampa Argentina y desde luego al siempre eterno y universal Jorge Luis Borges.
De técnica depurada y minuciosidad en la factura, cual pintor flamenco medieval; D´Antoni nos presenta una colección donde encontramos principalmente dos visiones de una misma realidad, por un lado, las obras realizadas en soportes de alargadas proporciones de la horizontal, donde su extrema estilización nos invita a una lectura panorámica de las escenas, que como crónicas de viajes de diferentes lugares del mundo, su autor nos muestra con tan peculiar visión. Uniendo a ello los conceptos de tiempo y espacio para que estas escenas sean disfrutadas por el espectador, desde una privilegiada visual, que le permita una percepción amplia y omnipresente de las escenas que se suscitan en el mismo momento. Escenas que nos invitan a reflexionar sobre la polivalente cotidianeidad de esas realidades, en habitad de suelos ajedrezados y de brillante colorido; evocadores de atmósferas de gran ensoñación y fantasía.
El segundo grupo que podemos ver en la exposición y que el autor agrupa bajo el titulo de serie “gris”. Posee un sentido más testimonial sobre aquellas realidades de una época que como noria, retorna a sueños frustrados y otros cumplidos, de aquellos personajes anónimos que dentro de sus maletas de éxodo obligado y a veces elegido, llevaron a aquellos y a estos emigrantes, en busca de bienestar y de un trozo de esperanza.
Desde el punto de vista técnico, las composiciones parecen desvanecerse en atmósferas de gran vacío, el “horror vacui” no existe, ya que es precisamente lo etéreo y desolado de las escenas, lo que nos transmite la sensación de espacialidad o infinito. Sensación esta que su autor sabe reforzar hábilmente con dos recursos, por un lado el color, donde para ello utiliza los grises de gran neutralidad cromática que refuerzan lo impalpable, y por otro, el dibujo de los objetos (personas, aviones, coches muebles etc.) que al ser representados en una diminuta escala, convierten la escenas en país de "liliputienses". Algo que bien podría hablarnos en su discurso de lo insignificante que puede llegar a ser el emigrante que por necesidad se marcha de su país en busca de nuevos horizontes, o también de la necesidad de humildad que requiere el hombre de hoy en dia, (soberbio, egoísta y arrogante) con relación a su entono tanto social, ecológico, político y también económico, precisando de una cura de humildad y sentido común.
Sea cual sea la lectura que podamos sacar de esta magnifica exposición, lo cierto es que la obra de Pablo D´Antoni, es un hermoso regalo para nuestros ojos, que nos permite disfrutar y sobre todo pensar, sobre lo mucho y bueno que se puede hacer hoy en día con la pintura, con esa que no necesita de “adornos” superfluos, ni bufonadas excéntricas que solo hacen dibujar con gran evidencia la incapacidad del que las crea.
En esta ocasión no solo les recomiendo muy efusivamente la visita a esta magnifica exposición, sino que además les invito a que visiten la página Web de este artista, que se encuentra en la siguiente dirección:
Pagina Web del artista:
http://www.pablodantoni.com/
Para terminar quiero decir que considero a Pablo D´Antoni un valioso activo en la pintura de esta ciudad al que bien valía la pena haberle hecho un mejor catalogo, quizás siendo más previsor y coherente con estos tiempos de crisis, se podría haber hablado con alguna institución financiera para que lo costeara (en este caso sí hubiese sido oportuno) pues la calidad de la obra de D´Antoni así lo merita, a pesar de ello, la obra no pierde su lustre y gana en calidad cuando se está cerca del original. Por todo ello les recomiendo que no dejen de visitarla, estará expuesta solo hasta el dia 11 de este mes.
Hasta la próxima entrega
Amaury Suárez
Parece ser que en su infinita bondad Atenea, o Minerva para los romanos, nos ha concedido la gracia de proveernos de buen arte en este veraniego mes de Junio, a pesar de algunos ejemplos que no hay “dios” que lo vea, sean estos mitológicos, religiosos o de cualquier otra naturaleza. Ejemplo de esa agradable noticia es la exposición del artista Pablo D´Antoni (Argentina-1972) que se exhibe en estos momentos en el salón principal del centro cultural provincial “Las Aulas” y que desgraciadamente permanecerá abierta solo hasta el dia 11 de junio.
La exposición de Pablo D´Antoni nos acerca a un lenguaje de fantasía onírica, de ensoñación y meticulosidad Naif, donde se escuchan los ecos de la pintura de Jerónimo Bosch (el Bosco), René Magritte y toda la herencia dejada por surrealistas e ilustradores de principio del siglo XX en América, como el gran Florencio Molina Campos dibujante y pintor argentino muy conocido por sus dibujos costumbristas de la Pampa Argentina y desde luego al siempre eterno y universal Jorge Luis Borges.
De técnica depurada y minuciosidad en la factura, cual pintor flamenco medieval; D´Antoni nos presenta una colección donde encontramos principalmente dos visiones de una misma realidad, por un lado, las obras realizadas en soportes de alargadas proporciones de la horizontal, donde su extrema estilización nos invita a una lectura panorámica de las escenas, que como crónicas de viajes de diferentes lugares del mundo, su autor nos muestra con tan peculiar visión. Uniendo a ello los conceptos de tiempo y espacio para que estas escenas sean disfrutadas por el espectador, desde una privilegiada visual, que le permita una percepción amplia y omnipresente de las escenas que se suscitan en el mismo momento. Escenas que nos invitan a reflexionar sobre la polivalente cotidianeidad de esas realidades, en habitad de suelos ajedrezados y de brillante colorido; evocadores de atmósferas de gran ensoñación y fantasía.
El segundo grupo que podemos ver en la exposición y que el autor agrupa bajo el titulo de serie “gris”. Posee un sentido más testimonial sobre aquellas realidades de una época que como noria, retorna a sueños frustrados y otros cumplidos, de aquellos personajes anónimos que dentro de sus maletas de éxodo obligado y a veces elegido, llevaron a aquellos y a estos emigrantes, en busca de bienestar y de un trozo de esperanza.
Desde el punto de vista técnico, las composiciones parecen desvanecerse en atmósferas de gran vacío, el “horror vacui” no existe, ya que es precisamente lo etéreo y desolado de las escenas, lo que nos transmite la sensación de espacialidad o infinito. Sensación esta que su autor sabe reforzar hábilmente con dos recursos, por un lado el color, donde para ello utiliza los grises de gran neutralidad cromática que refuerzan lo impalpable, y por otro, el dibujo de los objetos (personas, aviones, coches muebles etc.) que al ser representados en una diminuta escala, convierten la escenas en país de "liliputienses". Algo que bien podría hablarnos en su discurso de lo insignificante que puede llegar a ser el emigrante que por necesidad se marcha de su país en busca de nuevos horizontes, o también de la necesidad de humildad que requiere el hombre de hoy en dia, (soberbio, egoísta y arrogante) con relación a su entono tanto social, ecológico, político y también económico, precisando de una cura de humildad y sentido común.
Sea cual sea la lectura que podamos sacar de esta magnifica exposición, lo cierto es que la obra de Pablo D´Antoni, es un hermoso regalo para nuestros ojos, que nos permite disfrutar y sobre todo pensar, sobre lo mucho y bueno que se puede hacer hoy en día con la pintura, con esa que no necesita de “adornos” superfluos, ni bufonadas excéntricas que solo hacen dibujar con gran evidencia la incapacidad del que las crea.
En esta ocasión no solo les recomiendo muy efusivamente la visita a esta magnifica exposición, sino que además les invito a que visiten la página Web de este artista, que se encuentra en la siguiente dirección:
Pagina Web del artista:
http://www.pablodantoni.com/
Para terminar quiero decir que considero a Pablo D´Antoni un valioso activo en la pintura de esta ciudad al que bien valía la pena haberle hecho un mejor catalogo, quizás siendo más previsor y coherente con estos tiempos de crisis, se podría haber hablado con alguna institución financiera para que lo costeara (en este caso sí hubiese sido oportuno) pues la calidad de la obra de D´Antoni así lo merita, a pesar de ello, la obra no pierde su lustre y gana en calidad cuando se está cerca del original. Por todo ello les recomiendo que no dejen de visitarla, estará expuesta solo hasta el dia 11 de este mes.
Hasta la próxima entrega
Amaury Suárez
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