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22 septiembre 2012

A pesar de todo, el arte se hace camino.

Estimados lectores.

El pasado martes día 11 y hasta el 27 de septiembre permanecerá abierta al público una exposición colectiva del grupo Beniart (asociación cultural de artes plásticas de nuestra provincia) en la sala Bancaja Hucha de la calle Enmedio 82. Por cierto, la última que se exhibirá en este espacio, debido a los “populares” recortes que tan de moda están en estos momentos de crisis económica. También se me ha informado que además cierra sus puertas al público la sala de exposiciones “San Miguel” de la Fundación Caixa Castelló-Bancaixa en la calle Enmedio, 17 que en estos momentos expone la muestra titulada “Entre dos siglos” donde se recogen obras de los fondos artísticos de la fundación Caja Castellón de diferentes artistas y maestros de la región. Muestra que les recomiendo visitar por su alta calidad de conjunto. En fin, que como viene siendo habitual, se ahorra poco (en este caso en cosas importantes) para malgastar mucho, a veces en cosas que puede ser prescindibles, innecesarias y/o inútiles, siendo esa precisamente la causa por la que hoy nos encontramos en una situación tan lamentable e infecunda; siendo como fuimos, una provincia de gran riqueza y prosperidad económica en el pasado reciente. Y con esto no quiero dar lecciones de eficacia en la gestión y distribución de los bienes, riquezas y servicios que deben ser ilustrativos de un país del primer mundo, en ningún modo, además, no sería demostrativo de mérito, pues solo basta con analizar como está el “debe” y el “haber” de las cajas y bancos de esta comunidad, para uno darse cuenta que sería relativamente fácil destacar en este aspecto, aplicando sólo un poco de sentido común. Porque ya me dirán que “elevado” coste pueden provocar el mantenimiento de dos salas como estas, si las comparamos con los salarios y demás lujos millonarios que se permiten sus directivos, que aun haciéndolo realmente fatal, reciben suculentas indemnizaciones cuando son cesados; estos, al igual que los políticos, viven al margen de la realidad y la necesidad del resto de las personas, pero en fin, es lo que hay y lo peor de todo, es que no sabemos hasta cuando seguirá siendo así. Y luego se habla de que España no genera confianza en el exterior, pero… ¿Cómo va a despertar confianza un país que no sabe administrarse y gestionar sus riquezas? Si la cultura que es uno de los más sólidos activos históricos y de prestigio en este país, sufre el inexplicable y humillante avatar de sus dirigentes políticos y gestores financieros. ¿Quien es capaz de cuestionar el indiscutible valor de Velázquez, El Greco, Goya, Federico Madrazo, Picasso, Juan Gris, Joan Miró, Sorolla, Dalí y tantísimos otros, que ponen con sus obras a España en el más cimero lugar de la historia del arte? Eso sí genera confianza, eso sí es solidez y prestigio en el mundo, pero para seguir manteniendo y desarrollando esa imagen, no se puede tratar a la cultura como la prostituta del reino y limitar (como se está haciendo) sus capacidades y vías de expansión. España puede y debe exportar cultura, es un valor incuestionable, porque no se puede concebir la cultura europea, sin las valiosas aportaciones que han hecho los artistas españoles a través de todos los tiempos. Es inconcebible pensar en un niño alemán, holandés o noruego que estudie arte y no sepa quien es Velázquez o Picasso. Es por eso que debemos gestionar bien este histórico y valioso activo y mirar a Europa y al mundo sin complejos, defendiendo lo que nos distingue con sello propio. Pero para ello hay que tener capacidad creativa y el deseo de trabajar con arreglo a lo que nos es común, (es decir nuestra cultura) y debemos hacerlo de forma civilizada, con ponderación y dejando a un lado esos mezquinos sentimientos regionales que solo debilitan la imagen de este país, ante sus “inquisidores” socios europeos. Porque civilización es un sello sin valor, si este no va acompañado de su cultura.

Y después de esta declaración de principios, comento brevemente la exposición del grupo Beniart.

Como ya viene siendo habitual desde hace algún tiempo y después de una “espontanea”, pero necesaria criba en la calidad del grupo, que ha dejado fuera de membrecía a algunos de sus integrantes menos talentosos y con mayores carencias técnicas, el grupo Beniart se está manteniendo con una notable calidad expositiva en sus últimas exposiciones, algo que sin duda se agradece y mucho, pues en cuestiones de arte, la masificación no siempre viene acompañada del rigor y la calidad de las obras sino mas bien, todo lo contrario.

Con pequeñas excepciones aún, la muestra transmite solides técnica, armonía y gusto, destacando en este sentido la obra de algunos exponentes como por ejemplo: Lledó Martínez que alude a un abstraccionismo de formas onduladas y variadas texturas, donde subyace una sensualidad de marcado lirismo. Sylvia Ordoñez, nos sorprende con un trabajo, que con cuidada técnica y tratamiento, persigue una lectura más conceptual del motivo, algo que sin duda corona con acierto y gusto un trabajo de investigación de años dedicado a la recreación de los objetos cotidianos. Julia Carregui, nos regala en esta ocasión dos hermosos paisajes, de clara referencia fotográfica, donde hace gala de una técnica exquisita y un control de las características texturales y de comportamiento de la luz sobre las superficies de los objetos, dotándolos de una atmosfera de gran poesía y belleza, sin duda con su obra, Castellón cuenta con una gran paisajista en estos momentos. Tere Colomé, se consolida con su trabajo en una pintora con experiencia en el mundo textural, algo que hábilmente acompaña con una atmósfera de reminiscencia surrealista que tanto le caracteriza. Pedro Meliá, un pintor que se mueve entre la grafica y el diseño, nos regala una pieza de gran cuidado en su factura y exquisito tratamiento, algo que le otorga seriedad y rigor al resultado. Pepe Personal, pilar indiscutible de constancia y trabajo en el grupo, en su trabajo mantiene su línea esculturorica de evocación Dadáista y Povera que hábilmente transforma en piezas de gran belleza y expresividad, donde el azar siempre presente, se ve transformado en la acción consciente y creadora del hombre. Rosana Asensio sigue refugiada en la abstracción matérica, parece sentirse cómoda en ese lenguaje, que le brinda la posibilidad de experimentar con diferentes texturas y materiales, solo debe tener en cuenta, que también hay que ampliar las posibilidades compositivas y cromáticas, ya que a veces resulta un tanto monótona y repetitiva en el resultado final.

Estos y otros, son los miembros que están presentes en la exposición colectiva que nos ofrece el grupo Beniart, con la que cierra sus puertas la sala Bancaja Hucha de la calle Enmedio 82. Un ejemplo de esperanza que nos viene a demostrar, que a pesar de todo, el arte se hace camino. Enhorabuena al grupo por esta muestra.

Hasta la próxima entrega

Amaury Suárez.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Grande Amaury. Suscribo absolutamente cada una de tus líneas.
Respecto a la valoración de las obras expuestas, que demuestra una bonhomía provocada supongo por querer darles en los morros a los causantes del cierre de la sala que citas en el párrafo anterior, y que me resulta agradable y a la vez un tanto contradictoria con la declaración de intenciones que haces en el excepcional texto del catálogo de Martí Moreno, creo que deberíamos aclarar que los méritos de un artista a veces deben medirse respecto de sus intenciones, y en ese sentido tus lectores no deberían sentirse decepcionados, pues no es lo mismo que alguien presente su trabajo como creador, que lo que haga sea una simple aportación de lo que le gusta exponer como afición o como ejercicio de expresividad creativa. Seamos conscientes de quiénes son los que cuelgan, y qué pretenden, y valoremos en consecuencia. No estamos ante picassos o anotonioslopez, el problema es cuando el artista cree que sí, y ahí es donde tu crítica es necesaria. En este caso creo que te has ganado unos cuantos abrazos (el mio incluido).

Amaury Suarez dijo...

Mí querido y siempre bien ponderado Joan, ante todo, agradecerte una vez más tu valiosa participación en este blog, que sabes muy bien se honra con tus palabras. Por otra parte, la candidez y/o bondad que le atribuyes a la intención de mi texto, si es cierto que responde en gran medida a una postura enérgica ante los causantes del cierre de estas dos salas, suscribe plenamente el sentido que le atribuyes en relación al tipo de valoración que se debe hacer de una obra, según las manifiestas intenciones de su creador, como bien apuntas… “No estamos ante Picassos o Antonios López, el problema es cuando el artista cree que sí” y su incapacidad de asumir la critica y sobre todo, la autocritica, lo coloca en un lugar inadecuado e irreal. Es precisamente en ese momento que una critica enérgica (y a veces muy contundente) cobra sentido. Por regla general no hago valoraciones a personas que se dedican al arte de forma aficionada y su actitud lo corrobora, solo a aquellos que sin el rigor, la técnica ni la cultura necesaria se creen y demuestran con su actitud, coronar el Olimpo de los grandes creadores, entonces no me dejan otra opción que colocarlos en el lugar y sitio que le corresponde. Un abrazo y nuevamente gracias por tus siempre oportunas palabras.