Estimados lectores.
Ya ha dado comienzo la nueva temporada de exposiciones en el centro cultural provincial “Las aulas” y en esta ocasión lo ha hecho, con una agradable muestra del pintor villarrealense, Pascual Canós Cotolí, una muestra cuya inauguración tuvo lugar el pasado martes día 4. Pintor y diseñador, Cotolí se inició en las artes plásticas en la Escuela de Bellas Artes y Artesanía de Castellón, bajo la dirección del pintor, también villarrealense, Francesc Gimeno Barón (1912 - 1978).
Canós Cotolí es un pintor tradicional, de línea figurativa y con una cierta reminiscencia de ese romanticismo académico, que tanto gustaba enseñar en los años 40 y 50 del pasado siglo, a los maestros de la vieja escuela, no solo en Europa, sino también en América. Con gran meticulosidad en el tratamiento de la pincelada y de los recursos plásticos, este pintor nos recrea una serie de imágenes y escenarios, en su mayoría paisajes campestres, de gran belleza visual, de dulce cromatismo y exquisita minuciosidad de los detalles, características estas que unidas al reducido tamaño de las obras, nos permite disfrutar de las mismas, también en la corta distancia, algo que sin duda define a este pintor, como un preciosista del detalle, con una refinada y cuidadosa factura en los acabados de las obras y por consiguiente, con la digna cualidad de ser un virtuoso artesano en el aspecto del oficio.
Aunque aparecen algunos escasos ejemplos donde ha sido tratada la figura humana, y no muy afortunados por cierto, es sin duda el paisaje su motivación primera y también en el que más valores de calidad imprime, aunque a veces estos se vean levemente afectados por algunos errores en el dibujo relacionados con las perspectivas, pero que es algo que suele difuminarse y pasarse por alto ante la calidad de otros aspectos de la obra, que alcanzan gran notoriedad, como por ejemplo, las atmósferas logradas a través del color, las meticulosidad de las texturas y la fidelidad (a veces muy naturalista) de la superficies de los objetos.
Paisajes que como hermosas ilustraciones, aluden a diferentes partes y lugares, algunos de ellos de fácil identificación, que nos hablan con voz cariñosa y tenue, susurrándonos al oído la dulce poesía vivida de un instante, haciendo a veces protagonista al silencio transformando la escena en calma y belleza.
Pascual Canós Cotolí no es un pintor de modernas propuestas, esas que suelen vincularse a resultados extravagantes, otras veces inaccesibles y herméticos por la alta lectura “intelectual” que se exige para su deleite y que simplemente al final de tantos adjetivos, podríamos definir como raros. Cotolí es un pintor sencillo y popular en la elección del motivo e inmensamente bondadoso en su discurso. Porque a pesar de modas y modismos, de hermetismos y rarezas, siempre existirá aquel público que siga prefiriendo y deleitándose con la infinita diversidad de la naturaleza y su belleza.
Recomiendo visitar esta exposición que permanecerá abierta al público hasta el próximo día 22 de septiembre en los horarios acostumbrados.
Hasta la próxima entrega.
Amaury Suárez.
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