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29 mayo 2012

¡Este pintor es un maquina!

Estimados lectores.

El pasado 23 de mayo quedó inaugurada en el centro cultural provincial de las Aulas, la exposición de pintura titulada “Los hombres-máquinas” del pintor valenciano Ferrán Castillo, que lleva residiendo en el municipio castellonense de Villafamés por un período de tiempo que abarca más de 30 años. Con un total de 15 obras, todas realizadas en técnica al oleo en mediano y gran formato, Castillo se define como un artista tradicional, refiriéndose a su apego por las técnicas y disciplinas más enraizadas en las bellas artes como son todas aquellas utilizadas en la especialidad del dibujo, la escultura y la propia pintura. De formación académica Ferrán Castillo cursó estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Valencia y su carrera viene avalada por varios premios y exposiciones tanto dentro como fuera de nuestra provincia. Para esta ocasión y como se puede deducir del titulo de la muestra, el tema elegido ha sido el hombre moderno y su vínculo inseparable con las máquinas.

Sin duda encontramos un buen oficio en la pintura de Ferrán Castillo. La atmósfera cromática general de la muestra, se ve enfatizada por una escala de amplios tonos de tierra natural y tostada, naranjas, ocres y amarillos nápoles, que le otorgan a las escenas recreadas en las obras una calidez teatral muy luminosa, aspecto éste que mucho me recuerda a aquel cromatismo académico utilizado en las escuelas de bellas artes de la habana, siendo yo un inquieto adolescente, donde al modelo que utilizábamos para los ejercicios tanto de color, como de dibujo, se le iluminaba con una potente lámpara de luz incandescente, que dejaba al descubierto un definido claro-oscuro, cuasi tenebrista, facilitando de ese modo el estudio y conocimiento preciso de su estructura anatómica.

Refugiado en el lenguaje surrealista, donde el aspecto simbólico se alza como soporte de un discurso reflexivo, a la vez que crítico, Ferrán Castillo pretende un inquietante vínculo casi atormentado del hombre con la máquina, algo que también alude de manera innegable a una cierta reminiscencia de aquel futurismo italiano de las primeras décadas del pasado siglo XX, donde la fascinante novedad tecnológica de la joven industria, aportaba un mayor dinamismo y comodidad a la vida cotidiana del hombre moderno, alzándose no solo como un nuevo patrón de belleza en el arte, sino además como el principal y único motivo de inspiración para los artistas de aquella época vinculados a esta vanguardia. En la visión plástica que Ferrán Castillo nos presenta con esta serie de “Hombres máquinas” pueden ser muchos y muy variados los discursos que nos propone su creador, por ejemplo: la fragilidad que muestra un hombre supeditado a una tecnología que poco a poco va lacerando su esencia cada vez más deshumanizada o quizás el sometimiento a realizar una producción frenética de diversos productos y mercancías, bajo un sistema productivo donde la prioridad del mundo material se antepone a los valores morales y espirituales del hombre, cualquier discurso puede ser posible para esta obra, pero sea cual sea la intención conceptual que se persiga con ellas, lo cierto es que Ferrán Castillo, lo expresa de manera connotada a un oficio de gran profesionalidad y rigor técnico.

Sus obras conjugan de manera armónica, diversos recursos y procedimientos plásticos, que otorgan a sus pinturas un resultado exquisito y muy profesional, e incluso de una inquietante belleza, que se antepone a la fuerza expresiva, crudeza y dramatismo del tema. El uso del collage y de las transparencias en los fondos y las figuras, logradas estas últimas a través de finas veladuras que le aporta al entorno de las escenas recreadas, no solo un elegante cromatismo de los colores cálidos, sino además una enigmática atmósfera de gran sugerencia y lirismo, son algunos de los elementos que hábilmente este pintor utiliza en sus obras con un excelente resultado. En el aspecto del dibujo también existe un gran dominio, tanto en las formas inanimadas de los objetos, representadas aquí en infaustas e increíbles maquinarias, compuestas de ruedas dentadas, tornillos sinfín, discos de metal etc., como en aquel que representa a la propia figura humana, donde el pintor manifiesta su conocimiento y dominio de la estructura anatómica del cuerpo.

Por todo ello les exhorto a que no dejen de ver a estos “Hombre máquinas” en la exposición de este pintor valenciano-castellonense, la cual permanecerá abierta al público hasta el próximo día 16 de junio en los horarios oficiales acostumbrados. De ese modo podrán comprobar que no hay solo máquinas en los hombres que Ferrán Castillo pinta, sino que él mismo es también “un máquina pintando”.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez.

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