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29 mayo 2013

Pablo Guinot y sus trayectos corporales.

Estimados lectores.

El pasado martes día 21 quedó inaugurada en el centro cultural provincial “Las aulas”, la exposición titulada “Trayectos corporales” del joven pintor castellonense Pablo Guinot Gironda, licenciado en BB.AA. por la facultad de Bellas Artes de San Carlos, Valencia y del que a pesar de su juventud, se puede encontrar una interesante y valiosa trayectoria profesional, la cual incluye entre otros aspectos, un curso de Pintura figurativa con el pintor Scott Waddell en la Gran Academia Central de Arte de New York en el año 2011. Siguiendo con su interés por el lenguaje figurativo, Pablo Guinot participa ese mismo año en el Taller de Pintura “Maestros de la Figuración” dirigido por los pintores Antonio López y José María Mezquita en la Universidad de Navarra. En los años 2009-2010, realizó un posgrado de Gestión del Territorio y Espacio Público, auspiciado por la “Universitat Oberta” (Universidad Abierta) de Cataluña. Y ha participado además en diferentes exposiciones individuales y colectivas, principalmente en nuestro país.

Jenny Saville
La exposición que nos ocupa “Trayectos corporales”, es una muestra que en sentido general, se presenta al público con unas obras de gran calidad técnica y riguroso oficio, donde el lenguaje figurativo y la predilección por los aspectos relacionados con la figura humana, alcanzan cuotas de gran virtuosismo formal, sugerentes imágenes y belleza del conjunto, encuentro un claro vínculo o influencia con la obra de la pintora inglesa Jenny Saville (en imagen) sobre todo en aquellas donde los cuerpos de las figuras aparecen como aplastadas contra un cristal, dejando al descubierto todo un mundo de sugerentes formas y perspectivas poco usuales.

Particularmente considero esta muestra, como en tantas otras ocasiones donde el que expone es un pintor de poca experiencia, algo desacertada en la selección de las piezas y la distribución espacial de las mismas. En la primera sala por donde accedemos a la exposición, vemos un conjunto de obras, que aún teniendo una cierta calidad formal, parecen responder más a  trabajos de estudios o ejercicios de clase, con objetivos y discursos muy variopintos, que  restan protagonismo y conductibilidad al motivo central de la exposición, que es sin duda la expresividad y belleza del cuerpo humano. A pesar de ello, la calidad general de la muestra desde el punto de vista técnico y formal, (incluidas las obras antes mencionadas) es de una gran calidad y belleza, lo cual nos permite pasar por alto esta cuestión, más de contenido, que de forma. Del mismo modo, resulta gratificante comprobar como afloran los valores, que como pintor y persona defiende su autor, en la entrevista que le hicieran recientemente en el programa televisivo “Cuaderno en Blanco” de una cadena local, y que ustedes podrán disfrutar en el siguiente enlace, http://www.tvcs.tv/visor_wip.php?id=4917&cat=2 donde Pablo Guinot considera esta etapa de elaboración y estudio del cuerpo humano, como un camino aún por recorrer y perfeccionar, algo que le acredita como una persona serena, con nobles y elevadas ansias de superación y a la vez , como un pintor serio y riguroso con su profesión, cualidades estas muy escasas, en estos tiempos de tanto “estrellato” efímero.

Por otra parte resulta curioso, pero igualmente gratificante, leer en el catálogo de esta muestra, la opinión del Sr. Peter Colleridge, quien siendo músico, expresa no sin razón, lo que deberíamos ver y sentir al contemplar estas pinturas de Pablo Guinot, aludiendo para ello, a la particular sensibilidad de cada cual. Pero aún coincidiendo en sentido general con la opinión de este músico, me gustaría apuntar sólo una cuestión que no por pequeña resulta insignificante, y es que en arte (concretamente en pintura que es de lo que puedo opinar porque conozco) no podemos reducirlo todo a ver si las pinturas expuestas "nos dicen algo", ya que sería (según mi punto de vista) una manera simplista de reducirlo todo a la aprobación del receptor y a sus capacidad de “sentir” o “leer”. Por supuesto que todo nos dice algo, desde una obra sublime, hasta la más espantosa y mal oliente defecación, pero no todo el mundo cuenta con la capacidad de justipreciar lo que siente y observa con criterio sólido, como tampoco quiere decir que estemos ante una valiosa propuesta artística, ante una obra de calidad, ante una pieza digna de ser considerada y valorada como pieza de arte.

Dejemos de otorgar valor y mérito a la opinión de aquellos que no elevan nuestro trabajo, dejemos de considerar "Arte" a todo lo que se expone en una galería. Tanto el concepto de arte como de cultura, que antes era algo perfectamente claro e identificable, ha ido ensanchándose para abarcar tantas cosas, para representar tantas cosas a la vez, que hoy en día prácticamente ya no quiere decir nada de lo que dijo y simplemente quiere decirlo todo, que es una manera de decir nada. Como ya sabemos, hoy hay muchos “receptores” (públicos), como “emisores” (artistas) que por incapacidad, desconocimiento y sobre todo manidos clichés, solo saben beber de lo superficial y las apariencias, otorgándole a la sinrazón y el espectáculo, el único cauce de valoración de una obra de arte o incluso de la propia cultura. Cuando el artista David Hockney, dijo… “No es necesario creer en lo que dice un artista, sino en lo que hace” (curiosamente frase que ha sido sello distintivo de este blog, desde los inicios de su creación) se refería a la necesidad que tiene el profesional de dejar aflorar su auténtica calidad como creador y dejarse de patrañas semánticas y florituras vacías para justificar su mediocridad o falta de calidad; actos, obras y acciones que tantas y tantas veces vienen aparejados a una caricaturesca y simplona manera de “sentir”; a ese incontrolable y eufórico sentimiento “creativo”, que tantas y tantas veces, resulta ser el escenario ideal para timadores y tramposos, carentes de todo talento, rigor y desconocedores del real sacrificio que debe tenerse a la hora de crear una obra.

Para concluir, solo me resta decir que no todo se reduce a situarse delante de un cuadro y simplemente observar, porque el amplio goce que tanto el público, como el artista, espera recibir de una obra de arte, no puede reducirse a una cuestión de capacidades sensoriales (ver, oír, oler etc.), sino a la habilidad intelectual, que unida a los aspectos vivenciales, nos ayudan a elevar cada vez más nuestro entendimiento y disfrute de las cosas y los fenómenos, entre ellos, el arte y la cultura.

La exposición permanecerá abierta al público hasta el próximo día 15 de junio y es realmente una buena oportunidad para disfrutar de una muestra de gran belleza y calidad.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez.

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